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Estos días los estoy pasando con unos amigos en Marrakech. Me vuelve loca esta ciudad, tanto es así que intento escaparme una o dos semanas todos los años. Estoy alojada en casa de un amigo oriundo de la ciudad. Durante el día, me dedico a escribir y a visitar lugares, pero cuando cae la noche, la verdadera magia comienza y todo se convierte en una intensa danza de deseo y placer.
Marrakech tiene un encanto especial, un magnetismo que despierta todos mis sentidos y me envuelve en una atmósfera cargada de misterio y erotismo. Las noches en esta ciudad son un mundo aparte, llenas de susurros y secretos. Las diferencias en cómo celebramos las cosas en Europa y cómo lo hacen aquí son abismales, y esa diferencia me embriaga. Las fiestas suelen ser en casas particulares, íntimas y exclusivas, donde la atmósfera se carga de una energía sexual y liberadora. Todo es muy selecto y secreto, tanto es así que este tipo de noches suele pasar desapercibido para el resto de turistas.
Mi amigo, el anfitrión, lleva toda la semana organizando una fiesta en mi honor. Cada noche, un grupo de amigos se reúne en su casa y entre risas, música y bailes, la tensión sexual se palpita en el aire. Las miradas cargadas de deseo, los roces furtivos y las caricias insinuantes crean una atmósfera cargada de erotismo. La sensualidad flota en cada rincón, en cada sombra, en cada esquina.
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En estas fiestas, los cuerpos se entrelazan sin tabúes. En el calor de la noche marroquí, me dejo llevar por la pasión desatada. Los encuentros son intensos, ardientes, donde las manos exploran sin miedo y los labios buscan cada rincón de piel desnuda. La piel contra piel, los gemidos ahogados, los susurros calientes al oído... Todo se convierte en un frenesí de placer.
Como anécdota, contaré que por estas latitudes se mueren por mujeres rubias de tez clara y ojos verdes... No os podéis imaginar las cosas que me han llegado a ofrecer algunos de esos selectos invitados, para que me marche con ellos una larga temporada de "vacaciones", incluso fuera de Marrakech. Cuando les digo que estoy casada en España, y que mi esposo me está esperando a que termine estos días de desconexión, ellos insisten en que les dé el número de teléfono de mi marido, piensan que si negocian con él les será más fácil poder llegar a un acuerdo. Es una auténtica locura.
Me siento liberada, como si una corriente eléctrica recorriera mi piel, encendiendo cada nervio, cada célula. Me dejo llevar por la música, por los cuerpos que se mueven a mi alrededor, por los labios que susurran promesas al oído. Es una delicia poder disfrutar del mundo liberal en todas partes, adaptándome a las normas de cada zona, permitiéndome explorar mis deseos más profundos y oscuros.
Como ya he avanzado mi esposo no está de vacaciones conmigo, él se ha quedado en casa. Su ausencia me permite sumergirme en estos días únicos sin restricciones, recargando las pilas de una manera maravillosa. La libertad que siento aquí es embriagadora, y cada noche, mientras me pierdo en la sensualidad de Marrakech, me siento más viva y deseada que nunca. Me entrego a las noches marroquíes, dejando que cada momento me consuma, me llene y me libere.
En esta ciudad, bajo el cielo estrellado, en medio de susurros y secretos, me siento renacer. Marrakech me envuelve, me seduce y me invita a explorar cada rincón de mi ser, cada deseo latente, cada fantasía escondida. Aquí, la noche es un amante que me toma en sus brazos y me lleva al éxtasis una y otra vez, hasta que el amanecer nos sorprende agotados y satisfechos, listos para comenzar de nuevo.
Las horas transcurren entre cuerpos sudorosos, caricias interminables y miradas llenas de lujuria. Los encuentros sexuales son intensos y muy, muy variados, cada uno más excitante que el anterior. Marrakech, con su aura mágica y sensual, se convierte en el escenario perfecto para estas noches de placer sin límites, donde el deseo es el único rey y la satisfacción, nuestra única meta. Deva Nandiny
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Comentarios
Soy tan lector tuyo, que puedo asegurar sin equivocarme: como te tienen que estar poniendo tus amiguitos
Muchas gracias por leerme y por el comentario. La verdad es que tal como dices, están siendo unos días salvajes, locos y desmedidos. Una perfecta desconexión para mí. Un beso enorme
Me encantaría tener tus ovarios para atreverme a hacer esas cosas. Por eso te admiro tanto...
Hola cariño, todo es atreverse, piensa siempre que el miedo no nos deja actuar con libertad. Un beso con todo mi cariño
Buenas tardes sultana, que bien te lo pasas y yo no deseo otra cosa, espero que disfrutes hasta el último segundo, envidia sana de no estar ahí, como me has contado alguna vez deben estar haciendo cola, un beso inmenso
Hola cielo, prometo seguir disfrutando hasta el ultimo momento. Todavía me quedan unos días, que aunque quisiera, ya no podría alargar más. Un besooooo
Todavía me acuerdo de lo bien que lo pasaste el año pasado en Maraketh.lo cachondo que me puse cuando lo contaste.Sigue disfrutando Oli felices vacaciones bombón
Hola, cielo. Pues este años aún han sido unas vacaciones más intensas. Un beso