1 ¿Hay algún tema tabú o frontera que te has prometido no cruzar en tus escritos, o estás abierta a explorarlo todo?
He mi vida he aprendido que los límites son un concepto fluido, cambiantes con el tiempo y las experiencias. Por lo tanto, no me alejo de ningún tema en particular, porque la vida misma es impredecible y está llena de matices. Sin embargo, respeto mis propios ritmos y emociones. Hay cosas que quizás aún no haya explorado lo suficiente, no por considerarlos tabú, sino porque no han surgido de manera natural en mi vida. Pero si la experiencia llega, estoy abierta a examinarla.
2 ¿Alguna de tus primeras experiencias sexuales o emocionales te dejó una marca que sigues sintiendo hoy?
Sin duda, las primeras experiencias sexuales y emocionales tienen un peso especial en la vida de cualquier persona, y en mi caso, marcaron profundamente mi manera de vivir la sexualidad. Desde muy joven, tuve una inclinación hacia relaciones con hombres casados y maduros, una elección que no fue casual y que me abrió la puerta a un tipo de sexualidad diferente, más intensa y compleja.
Esos hombres, al estar ya en otra etapa de sus vidas, traían consigo experiencias, deseos reprimidos, y a menudo filias y perversiones que no habían explorado con sus esposas. Yo, con mi juventud e inexperiencia, fui un espacio en el que pudieron desatar esas pulsiones, y aunque esas experiencias me formaron y me moldearon de maneras que todavía siento hoy, también me dejaron cicatrices.
Hubo momentos en los que me vi envuelta en dinámicas de poder y control que, en su momento, me resultaron excitantes pero que, con el tiempo, me hicieron reflexionar sobre los límites, el consentimiento y el impacto emocional que tales relaciones podían tener en una chica tan joven.
3 En tus novelas hablas abiertamente de la infidelidad como parte de tus experiencias, y mencionas haberte acostado con esposos, incluso con padres de algunas de tus amigas más cercanas. ¿Cómo te enfrentas a esas amigas después de lo ocurrido? ¿Te es difícil mirarlas a la cara sabiendo lo que ha pasado?
No me cuesta nada mirarlas a la cara. Por ejemplo, uno de mis amantes más significativos para mí, con el que llevo más de diez años, es el esposo de una de mis mejores amigas. Por supuesto ella no lo sabe y vive feliz su matrimonio. A veces mi amiga me cuenta lo romántico que es, los detalles que tiene con ella, o el buen padre que es, y eso me agrada mucho. Pues considero que haciendo feliz a su esposo, contribuyo a la estabilidad de su matrimonio.
Hace años, coincidiendo con mi divorcio, él me propuso dejar a su mujer para estar conmigo. Por supuesto le dije que no. No soy una roba maridos. Jamás le quitaría el hombre a una amiga, únicamente es un préstamos, luego los devuelvo siempre a casa.
4 Recuerdo con especial deleite aquel capítulo en el que narras el riguroso castigo impuesto por tu padre, un momento decisivo en el que descubriste, casi con asombro, cómo el crujir de sus azotes sobre tus blancas nalgas se transformaba en un inusitado placer. ¿No es esta experiencia, quizás, un oscuro reflejo de tu madre, quien, bajo la apariencia de la virtud, ha nutrido en ti la misma sed insaciable por el placer que ella misma pudo haber reprimido? ¿No sientes que, al rendirte a esta lujuria, traicionas el legado familiar, convirtiendo su educación estricta en el camino que te conduce a los más sórdidos deleites?
Todavía, al recordar esos castigos, mis bragas se humedecen, revelando cuán profundamente me marcaron. Esa sensación era tan placentera que muchas veces hacía las cosas mal a propósito, buscando ese tipo de castigos por parte de mi padre. Él jamás ha sido consciente de ello; podría poner la mano en el fuego sin temor a quemarme. La contradicción entre el dolor y el placer me llevó a una búsqueda insaciable de esas experiencias, una dinámica que, aunque oculta, moldeó gran parte de mi sexualidad y mis deseos más profundos.
En cuanto a mi madre, a la que sorprendí con un hombre en casa cuando era muy joven, esa experiencia tuvo un gran impacto en mí. Saber que le era infiel a mi padre me alejó de ella durante gran parte de mi adolescencia, culpándola a ella de muchas cosas.
Sin embargo, con el tiempo no solo la he perdonado, sino que también la admiro mucho como mujer. Hoy en día, es uno de mis referentes. Hay tantas cosas que me gustaría saber, pero jamás la juzgaría. He estado planeando escribir una novela sobre ella durante mucho tiempo, pero me faltan detalles que, por supuesto, no me atrevo a preguntarle.
5 ¿Cómo es realmente Olivia? Sus ideas religiosas, políticas y sociales, del lado íntimo ya conocemos mucho de ti pero de tu vertiente personal poco.
Crecí y me formé en un entorno profundamente conservador, asistiendo a colegios religiosos donde la moral rígida y el control eran absolutos. Aquella época el País Vasco estuvo marcada por años de intensa violencia y tensión política, lo que añadía una capa más de presión y represión al ambiente en el que me encontraba.
Esta combinación de estricta educación religiosa y un contexto social convulso moldeó mi visión del mundo, influyendo no solo en mi manera de vivir, sino también en mi forma de entender la libertad personal. Fueron años donde mi padre vivía con escolta. Él siempre será mi héroe. Pero llega un momento que te cansas de vivir con miedo y eso te hace mucho más fuerte.
Me considero una persona bastante religiosa. Me encanta ir a visitar conventos y catedrales. Pero a pesar de eso, tengo una visión del mundo muy amplía, considero que es motivo de haber vivido periodos en el extranjero, eso siempre curte y amplia horizontes. Creo que TODOS tenemos la OBLIGACIÖN de tratar de ser FELICES y de mejorar la vida del prójimo.
6 ¿Qué procacidades hay de que tú y yo tengamos una niche de pasión y puro sexo sin límites, o tienes límites?
Pues dada mi nula apetencia por conocer gente por internet (He tenido malas experiencias) y mi poca disponibilidad de tener una cita a ciegas, la única posibilidad que habría, sería casual. Que el azar hiciera que nos conociéramos un fin de semana y se dieran las circunstancias precisas, (en cuanto a feeling, físico…) para que eso pasara. Ya que me gusta ligar cuando salgo de fiesta en ambientes distendidos.
En cuanto a los límites, es más cuestión de apetencias.
7 ¿Qué te gusta, el erotismo más sutil y poético o el más explícito y porno? Romántico o depravado? ¿Qué autores y libros del género te gustan?
El porno no me gusta nada, pues es la antítesis de lo real, ya que es todo muy forzado. En mis novelas, me gusta hacer una narración elegante, pero que no eluda meterse en el barro y ser explicita. En los diálogos pongo palabras y frases reales. Por lo general, odio el romanticismo, me empacha mucho.
No suelo leer novela erótica, pero si quiero escribir una entrada próximamente para mi blog, sobre algunas de mis fuentes. Donde abordo el erotismo a través de los clásicos: desde Safo de Lesbos, Petronio, que presenta un relato “Satiricón” lleno de episodios de desenfreno sexual, amores ilícitos y aventuras eróticas; Giovanni Boccaccio, “El Decamerón” que es una colección de cuentos donde los personajes narran historias picantes, muchas de las cuales celebran el ingenio y el placer sexual como una forma de escapar de la rígida moral medieval; Marqués de Sade con obras como Justine o los 120 días de Sodoma; Charles Baudelaire exploró el erotismo en su poesía de manera sutil y refinada en su obra Las flores del mal. Baudelaire combinó belleza y sensualidad con imágenes de decadencia y muerte, creando una mezcla única de placer y sufrimiento, deseo y condena. Su erotismo es casi filosófico… D. H. Lawrence con El amante de Lady Chatterley… Son ejemplos de literatura clásica, donde algunos maestros abordan el erotismo de una forma magistral.
8 Cuentas que mantuviste una relación con un tío tuyo, creo que un hermano de tu padre. ¿Sigues estando con él? Y si es que no, ¿Cómo afecta después de la ruptura la relación con un familiar?
Así es, mantuve una relación con un hermano de mi padre durante muchos años. Ocurrió mientras estaba casada con mi primer esposo y mis dos hijos eran pequeños. Fue una relación muy especial que, aunque terminó hace tiempo, dejó una huella imborrable en mi vida.
A día de hoy, sigo manteniendo una conexión especial con mi tío. Mi pequeña putita, sigue llamándome en la intimidad. Cada Navidad, nos reunimos en secreto para compartir una comida. Le encanta hacerme un buen regalo en estas fechas, dice que soy su sobrina preferida. A pesar de que ya no hay una relación romántica entre nosotros, disfruto de la complicidad que aún sentimos. Cuando estamos solos, la pasión que despierto en él es palpable, y no puede evitar tocarme con ternura y deseo, recordándome el vínculo único que compartimos.
9 Me gustaría saber si te has enamorado alguna vez de tus amantes, y que opina Enrique al respecto.
Me he enamorado muchas veces; soy una persona muy enamoradiza y me encapricho con facilidad, especialmente al principio de una relación con alguno de mis amantes. No puedo evitarlo; en el transcurso de una relación prolongada, los sentimientos tienden a aflorar. Intento canalizar esas emociones, consciente de que el enamoramiento suele ser algo temporal. Mi esposo me conoce bien y, aunque ha llegado a pasarlo mal en algunas ocasiones, siempre hemos hablado de ello.
No busco enamorarme, pero disfruto de la intensidad que trae consigo. Estas experiencias son emociones que me permiten vivir de manera más apasionada, aportando un matiz vibrante a mi vida que no cambiaría por nada.
10 ¿Cómo es eso de estar casada con un cornudo? ¿No llegas a perderle un poco de respeto, a sentirlo menos hombre? ¿Te apetece luego hacer el amor con él?
Para una mujer como yo es lo ideal. Pues nunca podría estar con un solo hombre, me marchitaría. Separo bastante lo que es mi matrimonio con lo que es el sexo. Con mi esposo no solo comparto mis historias eróticas, él es mi día a día. Con él viajo, voy a conciertos, museos; a los dos nos gusta el arte, la arquitectura, salir a cenar… El sexo es solo una parte de mi vida, aunque al escribir sobre mis experiencias eróticas, pueda parecer que ocupa todo mi tiempo, pero no es así. Detrás de la Olivia que conocéis por mis novelas, hay una Olivia de carne y hueso con gustos y aficiones.
Detesto las obsesiones. Disfruto hablando de sexo, pero hacerlo de manera constante me resultaría terriblemente aburrido. Muchos deben pensar que soy una ninfómana, siempre excitada desde que me levanto hasta que me acuesto, pero la realidad es mucho más compleja que eso.
Me gusta hacer muchas cosas más allá del ámbito sexual. Disfruto salir por mi barrio, tomar algo, pasear tranquilamente; soy una persona muy familiar. La lectura y la escritura ocupan una gran parte de mi tiempo, pero también me apasionan la música, el arte, y esos momentos simples de la vida, como salir a cenar con amigas. Es en esos espacios donde encuentro equilibrio, porque la vida es más que un solo aspecto, es una mezcla de placeres cotidianos y pequeños rituales que me hacen sentir plena.
Por lo tanto, mi esposo es mucho que un cornudo, es un mi compañero perfecto, el hombre que valoro debido a su inteligencia, por su cultura, por su pragmatismo… Fuera de la cama me ofrece cosas que ningún otro hombre puede darme.
11 Me interesa mucho tu relación con el BDSM pero siempre aseguras que no te gusta mucho profundizar en la sumisión, la humillación... ¿Puedo saber la razón?
Así es. Practico BDSM en algunas de mis relaciones. Aunque no todo el sexo que practico tiene que estar bajo esa bandera. Me gusta cambiar de roles, soy muy sumisa, pero con algunos hombres puedo ejercer de dómina (soy muy dura, muy sátira). De hecho tengo un matrimonio que ejercen ambos de esclavos sexuales míos y rivalizan entre ellos, es muy divertido.
No hago mucha referencia de ese tipo de cosas en mis novelas, pues creo que pueden ser malinterpretadas por mentes poco formadas, y me da miedo a alimentar las fantasía de ciertos personajes.
12 Quiero preguntar si los relatos son reales.
Todas mis novelas son 100% reales hasta el día de hoy. Además, plasmar mis emociones y sentimientos es casi obsesivo cuando escribo. Un día os contaré que cosas he llegado hacer para acercarme todo lo posible a esa realidad. En cuanto a mis relatos, la mayoría lo son.
Todavía hay algunas cosas de mi pasado, de las que no me atrevería a escribir.
13 Gracias a tus novelas, relatos y las fotos publicadas en tus redes sociales te has convertido en la musa de muchos hombres. ¿Eres consciente de que diariamente decenas o cientos de hombres se masturban imaginándose estar contigo? ¿Te gusta pensarlo?
Esa fantasía tiene algo de poder, ¿no? Saber que mis palabras tienen un impacto tan profundo, que pueden llegar a encender a alguien al punto de buscar una de mis fotos para terminar de entregarse a esa excitación. Me lo ha dicho mi esposo varias veces, y reconozco que la idea me fascina. ¿Cuántos hombres estarán dedicándome una paja mientras leen lo que escribo? Pensarlo es provocador y, lo admito, me resulta extremadamente excitante. Mis historias no solo están en la mente de quien las lee, sino también en sus fantasías más íntimas.
14 Me gusta mucho los gustos tan dispares que tienes, aseguras haber estado con hombres mayores y muy jóvenes. ¿Podrías concretar que edades?
Desde muy joven, siempre me sentí atraída por hombres maduros. Mientras era la novia de mi primer esposo, ya mantenía relaciones con hombres de 40, 50 e incluso 60 años. La diferencia de edad nunca fue un obstáculo para mí, sino todo lo contrario: me fascinaba la experiencia, la seguridad y la mentalidad que traían consigo. He llegado a tener relaciones con hombres mucho mayores, como el jefe de mi esposo, a quien le guardo un inmenso cariño. La primera vez que estuve con él, tenía 80 años, pero su mente era tan morbosa y lúcida que despertó en mí un deseo que no pude ignorar.
Al mismo tiempo, me gusta explorar el otro lado del espectro. Cuando salgo de fiesta, me resulta estimulante ligar con chicos jóvenes. Me aportan una energía vibrante y una frescura que me divierte mucho. He llegado a estar con chicos de 18 años… Hay algo en la juventud que me revitaliza, pero también encuentro en los hombres mayores una profundidad y una complicidad que simplemente no se puede comparar.
15 Una vez leí, que uno de las fantasías de tu esposo sería hacérselo con tu madre. ¿Cómo te sienta eso? ¿Crees que habría posibilidades?
Es algo que me esfuerzo en alimentar intencionadamente. Cuando mis padres se ausentan, por algún viaje. Me encanta ir a su casa, allí me dejo llevar por el morbo de hacer el amor con mi marido en su cama, vistiendo la ropa de mi madre. Me excita caminar frente a él, consciente de cómo me observa, con su ropa interior ajustándose a mi cuerpo, como si lo prohibido se volviera tangible. A veces, es él quien me pide que me ponga algo específico —“Ponte la falda roja que usó el otro día…”— y esa petición, cargada de deseo, intensifica el juego entre nosotros.
Nos consumimos en esta fantasía compartida, en la que soñamos con la posibilidad de que algún día mi marido realmente pudiera seducirla. Aunque sabemos que esa tentación probablemente quedará solo en el terreno de la fantasía, lo prohibido y lo imposible alimentan ese deseo incontrolable, haciendo que todo sea aún más excitante para ambos.
16 ¿Has compartido algún hombre con tu madre?
Sí, en mi juventud mantuve una larga relación con un hombre casado que era amigo de mi padre. Esa conexión fue profundamente significativa para mí; me enseñó lecciones que han perdurado en el tiempo. Sin embargo, lo más impactante fue el descubrimiento de que, al mismo tiempo que estaba con él, también era el amante de mi madre. Creo que ella nunca llegó a enterarse de esa coincidencia, lo que añade un matiz aún más complicado a mis recuerdos. No creo que ella lo hubiera consentido de saberlo, pero a veces tengo mis dudas y me da cierto morbo pensar que ella era sabedora, de que el mejor amigo de papá, nos follaba a ambas.
Recientemente, también he tenido relaciones con un hombre que sospecho que ha estado con ella también. La idea de que los hilos de nuestras vidas se entrelazan de tal manera, que las relaciones y los secretos se entrelazan como un laberinto, me lleva a reflexionar sobre los patrones que se repiten en mi vida. Es una mezcla de emociones y experiencias que, aunque dolorosas, han contribuido a mi comprensión del amor, la lealtad y la traición.
17 ¿De tu personalidad que rasgo positivo descotarías y cuál negativo?
De mi personalidad, destacaría como rasgo positivo mi optimismo inquebrantable; siempre busco el lado bueno de las cosas y trato de ver oportunidades donde otros ven obstáculos. Esta actitud me ayuda a mantener la esperanza incluso en los momentos difíciles. Sin embargo, en el lado negativo, reconozco que a veces puedo ser un poco caprichosa. Mis deseos e impulsos pueden llevarme a tomar decisiones apresuradas, lo que a veces complica las cosas y puede afectar a quienes me rodean. Es un equilibrio constante entre mi naturaleza optimista y esa inclinación a dejarme llevar por mis caprichos.
18 ¿En alguna ocasión quedaste tan satisfecha sexualmente que durante unos días dejaste de sentir el deseo a flor de piel, como siempre has tenido?
El buen sexo nunca me sacia, al contrario, siempre deja un poso de satisfacción y ganas de más. El deseo es una llama constante en mí, aunque en mi vida diaria, entre el trabajo, los niños, las responsabilidades del hogar y las compras, no hay mucho espacio para la búsqueda de nuevas experiencias, por lo tanto, tengo mi cabeza despejada. El lunes soy una buena chica y el viernes me transformo en una especie demonio.
Los fines de semana son otra historia; es entonces cuando me entrego al desenfreno y me dejo llevar por mis instintos, disfrutando de momentos intensos que avivan mi deseo. Esa combinación de rutina y liberación me mantiene en un constante estado de anhelo, siempre lista para la próxima aventura.
19 ¿Cuál es la relación más larga, como amante que has tenido?
La relación más prolongada en el tiempo que he tenido con un amante ha sido con mi suegro, el padre de mi exmarido, que se extiende por casi treinta años. Es un vínculo que ha atravesado diversas etapas y matices, lleno de complicidades y secretos compartidos. Seguramente junto con mi esposo sea el hombre más importante de mi vida.
Otras de las relaciones más largas que mantengo es con el esposo de una de mis amigas, con el que llevo más de diez años. Esa conexión, aunque distinta, ha sido igualmente intensa y cargada de emoción, mostrando cómo los lazos que formamos pueden ser complejos y duraderos, incluso en circunstancias poco convencionales.
20 Me gustaría poder preguntarle a tu hijo Carlos muchas cosas. ¿Para cuándo una entrevista con él?
Es un tema que hemos discutido en profundidad, y estoy convencida de que a él le encantaría llevarlo a cabo. Hay una curiosidad palpable entre nosotros, y estoy segura de que lo haremos pronto. Su perspectiva sobre mí es intrigante; me hace pensar que podría descubrir facetas de mí misma que aún no he revelado. La idea de abrir nuevas puertas en nuestra relación me emociona, y creo que podría ser una experiencia realmente enriquecedora para ambos, y para mis queridos lectores.
Muchas Gracias a todos los que habéis participado con vuestras preguntas.
Deva Nandiny
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Comentarios
Hola Olivia gracias por todas tus respuestas, cuanto mas se de ti, tengo claro que tus padres han tenido de manera o indirecta mucha influencia de cómo eres hss cogido lo mejor de ambas y lo has fusionado, tus padres si te conocieran todas tus facetas se que estarían orgullosos de ti. Ellos a lo mejor han tenido también sus juegos y cosas que no has llegado a conocer o saber es normal. Como siempre es un gusto saber de ti y poco a poco ir conociendos, un lector, un seguidor y amigo en la distancia que siempre tendrás.
Muchas gracias por tu sinceridad, te has desnudado tanto como haces en tus novelas. Sin duda eres una mujer de lo más interesante, cuanto más te conozco más me gustas. Besitos
me gusta leerte tan libre, ojala todas las personas tuvieran tu fuerza y seguridad
Hasta respondiendo preguntas logras ponerme cachondo, eres única. Te adoro