Las putas de don Ramón

Publicado el 10 de enero de 2025, 15:45

¿Qué harías si el hombre que amas te ofrece en bandeja de plata a otro?

 

Esta es mi confesión. No es una historia común ni fácil de contar. Es la crónica de cómo don Ramón, el jefe de mi esposo, manipuló hábilmente nuestras vidas hasta convertirnos en piezas de su juego. Don Ramón es un hombre mayor, rico, poderoso, dominante y, al principio, simplemente repulsivo para mí. No me gustaba físicamente, su carácter despótico me resultaba insoportable y su presencia me incomodaba. Pero don Ramón tenía una habilidad única: sabía cómo manejar a mi esposo. Poco a poco, con una maestría inquietante, lo envolvió en una fantasía que lo sedujo hasta el punto de desear compartirme con su jefe. Mi marido se convirtió en el puente entre nosotros, construyendo situaciones que me atraparon sin darme cuenta.

 

¿Cómo reaccionar cuando el hombre al que más amas te empuja al límite?

 

Al principio, me negué con todas mis fuerzas. No quería ceder. No quería nada de don Ramón. Pero las dinámicas cambiaron, los juegos se intensificaron y lo que empezó como rechazo pronto se transformó en una mezcla de curiosidad, morbo y algo más oscuro que no quiero nombrar.

Esta historia, como alguna de mis novelas, comenzaron siendo un relato, pero algo así, para ser bien explicado necesitaba una novela

Esta no es solo una experiencia de poder y sexo. Es un viaje a través de los deseos más inconfesables, los celos más punzantes y las decisiones más difíciles. Es un relato donde las normas se derrumban, el control cambia de manos y el amor se redefine a medida que los límites se desdibujan.⚡ Descubre cómo se quiebra una relación para renacer en un juego peligroso.⚡ Atrévete a sumergirte en los secretos que esconden los matrimonios perfectos (Sí, a ojos de todo el mundo, el mio lo era y lo sigue siendo)

Entregada al jefe de mi marido, 📖 es una novela de entrega, manipulación y el poder absoluto del deseo.💋

 

¿Estás listo para conocer mi verdad sin censura?

 

Cuandodo las reglas cambian, el amor se pone a prueba.

¿Qué harías si el hombre que juró amarte te pidiera complacer a otro? Esta es mi historia, contada sin tapujos. Al principio, todo fue un juego sutil, casi inocente. Mi esposo, aquel que amaba profundamente, me pidió algo que nunca imaginé: jugar con su jefe, don Ramón. ¿Por qué accedí? Porque quería verlo feliz, pero también porque necesitaba creer que nuestra relación, a pesar de lo extraño de la propuesta, era fuerte. Porque amar, a veces, significa cruzar límites que ni siquiera sabías que existían. De esposa ejemplar a convertirme en "una de las putas de don Ramón". Muchos piensan que los matrimonios liberales son perfectos, que no hay fisuras ni mentiras, pero yo te demostraré que no es cierto.

 

Pero... ¿Qué significa realmente ser una de las putas de don Ramón?

 

Ya sabes, las mujeres siempre llegamos a lo más alto. Están Las Ángeles de Victoria's Secret, las chicas Almodóvar, las sirenas de Moulin Rouge, las divas de Studio 54... y luego, estamos nosotras: las putas de don Ramón.

 

Fue justo unos meses antes de casarme con Enrique cuando conocí a don Ramón. La empresa, con unos treinta empleados, se vanagloriaba de ser una gran familia. Pero, como todas las familias, tenía sus secretos. A don Ramón le gustaba organizar comidas varias veces al año, eventos donde las esposas y parejas de los trabajadores eran casi obligadas a asistir, como una extensión tácita de sus dominios.

 

—Es para fomentar el buen ambiente en el trabajo —aseguraba.

 

Enrique ya me había advertido alguna vez que su jefe era un hombre de carácter complicado, pero en esas fiestas se transformaba. Mostraba una sonrisa paternalista y, con una copa en la mano, se convertía en el alma del evento, un patriarca cuya mirada lo abarcaba todo. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo vi. Me impresionó su edad. La piel ajada de su rostro contrastaba con la firmeza de sus movimientos, y me costaba creer que un hombre tan mayor pudiera sostener las riendas de la empresa con tal autoridad. Enrique me aseguró que su mente seguía siendo tan afilada como siempre, una herramienta que don Ramón manejaba con precisión quirúrgica.

 

—¿Tú debes de ser Olivia? —preguntó con voz grave, llamando mi atención. Su traje oscuro estaba impecable, pero su mirada era otra cosa: penetrante, calculadora, como si ya me hubiera desnudado antes de siquiera acercarse.

 

Cuando extendí la mano para saludarlo, él ignoró el gesto. En cambio, sus manos firmes rodearon mi cintura con una confianza que me dejó sin aliento. No era un toque casual ni inocente; había en su tacto una deliberación que desbordaba los límites de la cortesía. Sus dedos, largos y fuertes, parecían reclamar algo más, como si yo ya le perteneciera. Me dio dos besos, demasiado cerca de la comisura de mis labios, y su proximidad dejó un rastro que no era precisamente de perfume, sino de un poder tan tangible como perturbador.

 

Mi corazón se aceleró, pero no por timidez. Era una mezcla de incomodidad y algo más oscuro, una emoción que no quise nombrar en ese momento. Enseguida comprendí qué tipo de hombre era el jefe de mi esposo: un depredador en toda regla, alguien acostumbrado a devorar todo lo que caía en su red sin que nadie se atreviera a desafiarlo.

 

La velada se hizo eterna. Cada vez que pensaba que había logrado alejarme, don Ramón encontraba la manera de acercarse. Con una excusa, un gesto calculado, su mano volvía a posarse en mi cintura, y sus dedos, como tentáculos, descendían peligrosamente. Cada roce parecía un mensaje, un recordatorio de su control. Los demás lo notaban, estoy segura, pero nadie decía nada. Incluso Enrique parecía ajeno, riendo y conversando como si aquello fuera parte del guion esperado.

 

A última hora, cuando la fiesta estaba decayendo, un comentario me heló la sangre. En un pequeño grupo de compañeros, alguien mencionó entre risas —las putas de don Ramón—. Por un momento pensé que había oído mal, pero la reacción colectiva me confirmó lo contrario. Las risas eran cómplices, cargadas de una mezcla de admiración y burla apenas contenida. Enrique no se inmutó, y su sonrisa de camaradería me resultó extrañamente fría.

 

Ya en casa, el silencio entre nosotros era casi ensordecedor. Mientras nos preparábamos para acostarnos, no pude contener la pregunta.

 

—¿Qué significa eso de "las putas de don Ramón"?

 

Enrique tardó un momento en responder. Su expresión se relajó, como si estuviera a punto de explicarme algo obvio.

 

—Es solo una forma de hablar —dijo al fin, con una sonrisa que mezclaba complicidad y cierto aire de disculpa—. Ramón siempre ha sido un hombre muy… sexual. Tiene un gusto particular por las mujeres hermosas y no se molesta en ocultarlo; al contrario, lo presume abiertamente. Es como si quisiera que todos supieran de sus conquistas. La mayoría de esas mujeres están casadas. Mis compañeros y yo solemos referirnos a ellas como las putas de don Ramón. Es una broma, claro —añadió, aunque no sonó del todo convincente.

 

Me quedé paralizada por unos segundos, intentando digerir sus palabras. El concepto me resultaba grotesco, casi irreal.

 

—Supongo que serán mujeres de su edad —pregunté, finalmente, buscando una grieta en aquella narrativa que pudiera hacerla menos perturbadora.

 

Enrique negó con la cabeza, divertido por mi ingenuidad.

 

—Al contrario. Siempre son mujeres jóvenes. Y normalmente muy bellas.

 

Me encogí de hombros, forzando una expresión de escepticismo. Pero la verdad es que no entendía nada.

 

—No comprendo qué pueden ver esas mujeres en él —dije, sintiendo cómo mi voz se quebraba ligeramente, como si la pregunta escondiera un temor que aún no lograba reconocer.

 

Enrique soltó una risa breve, como si la respuesta fuera obvia.

 

—Hay de todo… pero te aseguro que Ramón es mucho más interesante en las distancias cortas. Algunas están con él por pura supervivencia, porque saben que sus maridos no serán despedidos si complacen al viejo. Pero otras, la mayoría, simplemente se enganchan al tren de vida que ser una de sus amantes conlleva. Ya sabes… regalos caros, cenas en los mejores restaurantes, viajes de lujo. Ramón es muy espléndido, con todas sus… bueno, con todas sus putas.

 

El término, tan crudo, resonó en el aire como una bofetada. Me revolví, incómoda con su normalidad al hablar de aquello.

 

—¿Y los esposos? ¿Aceptan que sus mujeres…? —Dejé la frase incompleta, como si verbalizarla pudiera darme náuseas.

 

—Algunos lo aceptan. Otros, dolidos en su amor propio, prefieren no saber. Y algunos jamás llegan a enterarse. Ramón se asegura de que todo quede bajo control.

 

Hice una pausa, intentando procesar lo que decía. Era como si me describiera un universo paralelo, uno donde las reglas sociales que yo conocía no se aplicaban.

 

—¿Y ellas? —pregunté, finalmente, con un hilo de voz—. ¿No se sienten incómodas siendo… eso?

Enrique se encogió de hombros.

 

—Supongo que la mayoría ignora que don Ramón tiene más amantes. El viejo sabe cómo hacerlas sentir únicas. Tiene mucha labia, y también sabe cómo hacer que confíen en él. Es un juego peligroso, pero nadie sale de su red sin cicatrices.

 

Me quedé callada, observando a Enrique mientras hablaba con una naturalidad que me desconcertaba. En sus palabras no había reproche ni condena; solo una especie de aceptación resignada. Esa noche, mientras intentaba conciliar el sueño, no pude evitar preguntarme si alguna vez alguien había intentado escapar de esa red… y qué le habría pasado después.

 

Si te interesa algo de lo que has leído, no dudes en leer mi novela: «Entregada al jefe de mi marido». 

 

Puedes comprarla por aquí, en formato digital con extensión PDF. 

También a través de Amazon en formato difital kinder o en papel.

 

Añadir comentario

Comentarios

Sarita y cornudin
hace 3 meses

La estaba esperando, te juro que la estaba esperando... parezco bruja jajaja Ahora mismo te la compro y me pongo a leerla. Gracias

Deva Nandiny
hace 3 meses

jejejej espero que la disfrutes mucho, brujita

Ramón
hace 3 meses

Amor me encantó el relato, muy excitante💋💋

Deva Nandiny
hace 3 meses

Hola. Si te gustaron los relatos, te aseguro que te sorprenderá la novela, espero que la leas

Jaiza
hace 3 meses

Esta novela propone una exploración descarnada y provocadora de las dinámicas de poder, pero lo hace de una manera que desafía constantemente las expectativas del lector. Con una narrativa cargada de tensión psicológica, la historia logra capturar las contradicciones de sus personajes y el entorno que los define.

Puntos Fuertes:

Personajes Complejos y Ambiguos
Los personajes son el alma de esta obra. Don Ramón, con su presencia dominante y magnética, representa el abuso normalizado de poder, pero lo hace con una sofisticación que desarma. La protagonista, a su vez, es un vehículo perfecto para explorar el desconcierto moral y la seducción del poder, mostrando cómo incluso los valores más firmes pueden tambalearse ante ciertas circunstancias.

Tono y Estilo Narrativo.

La narrativa mezcla crudeza y sutileza, logrando que el lector se sumerja en un mundo donde los límites entre lo correcto y lo inmoral son deliberadamente borrosos. Las descripciones, especialmente de los encuentros con don Ramón, son viscerales y transmiten una sensación de inquietud constante.

Temáticas Pertinentes y Atrevidas:

La novela aborda cuestiones universales como el machismo estructural, la objetificación femenina y las complicidades silenciosas que sostienen sistemas de abuso. Sin embargo, no lo hace desde un lugar moralista, sino con una ambigüedad que invita al lector a reflexionar sobre su propio papel en estas dinámicas. Valiente y libre.

Deva Nandiny
hace 3 meses

¡Gracias, Jaiza, por tomarte el tiempo para escribir este análisis tan profundo y reflexivo! Tus observaciones capturan de manera precisa muchas de las intenciones que tuve al construir esta historia. 😊

Me alegra que los personajes te hayan resonado tanto, especialmente Don Ramón y la protagonista. Trabajé mucho en darles esas capas de complejidad y ambigüedad para que no fueran meras representaciones, sino espejos de contradicciones humanas. Como mencionas, es en esos espacios grises donde los lectores pueden encontrar su propia verdad o cuestionarse a sí mismos.

También aprecio que notes el balance entre crudeza y sutileza en el estilo narrativo. Es un reto constante empujar los límites sin perder de vista la conexión emocional, y me anima saber que te sumergiste en esa atmósfera de tensión psicológica que intenté crear.

Finalmente, me llena de orgullo que las temáticas hayan llegado con esa mezcla de valentía y reflexión. Escribir sobre dinámicas tan difíciles puede ser un terreno delicado, y tu comentario me da fuerzas para seguir explorando estos temas desde perspectivas que inviten al diálogo y a nuevas miradas.

Gracias por ser una lectora tan perceptiva y comprometida. ¡Espero seguir sorprendiéndote en futuras historias! ❤️

Pablos
hace 3 meses

Como siempre que publicas algo, me lanzo como un obseso, avido siempre de tus novelas. Me ha encantado y aunque la narrativa es atrapante, en ocasiones se siente desigual en ritmo, y algunos personajes secundarios podrían haber tenido un desarrollo más profundo para enriquecer la historia. Me hubiera gustado más, conocer a Juanma y Olga... A pesar de ello, es una obra que impacta y deja huella, ideal para quienes buscan historias valientes y provocadoras. Muy caliente. Nunca defraudas Deva Nandiny

Deva Nandiny
hace 3 meses

¡Muchas gracias por tus palabras y por tu fidelidad, Pablos! Saber que esperas mis historias con tanta pasión me llena de motivación y gratitud. ❤️

Aprecio mucho tu sinceridad sobre los ritmos narrativos y el desarrollo de los personajes secundarios. Es algo que valoro y en lo que sin duda trabajaré para futuras entregas. Juanma y Olga, en particular, tienen mucho potencial, y quizás en algún momento merezcan una exploración más profunda o incluso su propia historia. 🖋️

Me alegra que, a pesar de esos detalles, la novela haya logrado impactarte y envolverte en su atmósfera. Escribir historias valientes, provocadoras y, sobre todo, "muy calientes" es un reto y un placer que disfruto aún más al saber que tengo lectores como tú, que valoran cada matiz y cada riesgo.

Gracias de nuevo por tu apoyo incondicional. ¡Espero seguir encendiendo tus sentidos y superando tus expectativas en lo que venga! 🔥❤️

tomy
hace 3 meses

que morbo tienes putita

Deva Nandiny
hace 3 meses

Muchas gracias, amor

KCF
hace 3 meses

te pago loqueme digas por un par de fotos

Deva Nandiny
hace 3 meses

Hola amor, me alegro que me imágenes lleguen a provocarte tanto intereres. Un beso

Kripton
hace 3 meses

Salvaje y muy descriptivo, me ha encantado... Lo he encontrado tremendamente excitante, muy morboso. He leído por ahí, que escribes relatos por encargo, me gustaría saber como ponerme en contacto contigo. Estoy muy interesado en un proyecto

Deva Nandiny
hace 3 meses

Puedes escribirme un WhatsApp? mi número es: 691830729

Kram
hace 3 meses

Hola, despues de leer varios de tus libros y ver tus fotos me gustaría chatear contigo a traves de whatasap, tan solo una conversación caliente... logicamente pagaría bien tu tiempo que sé que es limitado

Am100
hace 3 meses

Mi recomendación es que le escribas un wasap y seas directo con lo que quieres.

Kram
hace 3 meses

Tu lo has provado? Podrías informarme?

Deva Nandiny
hace 3 meses

Hola Kram, muchas gracias por leerme y por considerar que mi conversación pueda resultarte interesante. Un beso

Marga
hace 3 meses

Eres la mejor Deva, cada una de tus novelas es más morbosa Te amo, loca

Deva Nandiny
hace 3 meses

Hola amor, muchas gracias por leerme, espero que mis proximos trabajos sigan causándote una buena impresión. Besitos