
Este fin de semana nos entregamos a una aventura en el sur de Francia, ese rincón donde el placer se respira en el aire y cada instante se presta para el deseo. Sus calles empedradas, sus viñedos que se pierden en el horizonte y la brisa tibia que acaricia la piel como un amante experto. Pero esta vez, el viaje promete ser aún más embriagador. No solo voy con mi esposo, sino también con dos amigos que parecen dispuestos a mimarme de una forma que despierta en mí una deliciosa anticipación.
Desde el primer momento en el coche, el ambiente se carga de una energía positiva. Adoro absorber tanta testosterona a mi alrededor. Conversaciones ligeras, risas fáciles, pero sobre todo, esas miradas que se deslizan sobre mí como un roce invisible. Me fascina ser el centro de su atención, la musa de este fin de semana que se presenta como un juego de seducción al que no pienso resistirme. Mi esposo lo sabe, lo disfruta, y en su sonrisa cómplice encuentro la confirmación de que no hay límites, solo el placer de sabernos en un espacio sin reglas.
Nos alojamos en una villa privada con vistas al mar. La fragancia envolvente se mezcla con el aroma del vino en nuestras copas, con el roce casual de una mano sobre mi piel desnuda, con susurros cargados de intenciones ocultas. Me siento adorada, exquisitamente consentida, como si cada gesto fuera una ofrenda a mi feminidad. No hay prisa, solo una tensión deliciosa que se va tejiendo con cada mirada sostenida, con cada roce que se prolonga más de lo necesario.
Cuando salimos a pasear por las calles del pueblo, nos divertimos con la forma en que nos observan. Voy siempre en el centro, abrazada por ambos lados, con mis dos acompañantes, reclamándome con orgullo, como si por un fin de semana fuera de su posesión. Ellos no pueden evitarlo, y constantemente marcan su territorio con besos, con caricias, con frases cargadas de intenciones que anticipan lo que sucederá esta noche; mientras esto sucede, mi esposo disfruta del espectáculo tanto como yo. Incluso puede que más. Siento la mirada de esos transeúntes anónimos que pasan al lado; sus ojos se clavan en nosotros: curiosidad, sorpresa, escándalo, incluso un atisbo de envidia en algunas miradas.
Es cierto, me encanta provocar, hacer que la gente se pregunte, que imagine lo que quiera. Saber que despierto fantasías en desconocidos añade una chispa extra a mi propio deseo, un fuego que arde más intenso con cada paso que damos por esas calles encantadas de historia y posibilidad. Os deseo un buen fin de semana y os mando muchos besos.
Deva Nandiny
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Comentarios
Quien fuera tu cuarto acompañante
Te van a poner tibia esta noche... disfruta mucho, reina
Se puede saber el final
Que morbo me da saberte asi... tan dispuesta a la aventura y la experiencia
Dan celos no estar a tu lado y sentirte tan cerca
Nunca te comento, pero hoy no puedo dejar de hacerlo. Ojalá me atreviera a hacerlo, ojalá mi esposo lo consintiera y lo disfrutara. No puedes imaginarte la de veces que fantaseo con algo así. Me encantaría poder vivirlo. Gracias por compartirlo, guapa
Eres una delicia de mujer, me encanta como te expresas, como vives libremente, como te diviertes. Tiene que ser un espectáculo poder disfrutar de ti, y de tu cuerpo, todo el fin de semana
Qué suerte!!!!!!!!!!!!! No sabes lo que envidio probar un buen trío. Una vez quedé con dos chicos por internet, uno se rajó al final y el otro cuando lo vi... no era el de la foto. Un saludo
Bonito lugar, buena foto y como es de esperar una noche espectacular
Qué polvo tienes y que zorra eres Deva Nandiny
Hola Olivia estoy trabajando pero lo acabo de leer afortunados ellos de beber tu néctar besos hermosa
Excelente texto y excelente foto, estás que te mueres de buena. Soy de Valencia, tengo 35 años, alto, moreno, buen cuerpo y dicen que guapo. Estoy muy bien dotado 22 cm. Estoy casado y tengo dos hijos, por lo que tengo que ser siempre muy discreto, ya que mi esposa no sabe que soy infiel. Tengo experiencia en parejas en las que el hombre es un cornudo consentido. Prometo haceros pasar un buen rato, tanto al cornudo como a ti. Espero tu respuesta.
Sueño con poder ver a mi esposa hacer algo así, pero ella dice que estoy loco. Hasta ahora lo más que he conseguido es mostrar fotos de mi esposa desnuda a varios desconocidos por internet. Pero lo más fuerte que he hecho, sin duda la mejor experiencia, es mostrarla al esposo de su mejor amiga, que se pajeó delante de mí, llamándola puta y guarra. Sin duda esa ha sido la mejor experiencia que he tenido, jamás pensé que algo pudiera ser tan intenso. Estoy esperando volver a quedar con él, esta vez le mostraré también un video en el que me la estoy follando, me gustaría que ella supiera lo que estoy haciendo, sobre todo con el marido de su mejor amiga, porque creo que él le gusta, o por lo menos siempre habla bien de él, pero me da miedo. ¿Me podrías dar algún consejo? Muchas gracias, por contar tus experiencias, adoro tus novelas. Pero mi favorita es: El lado oscuro de los secretos, la he leído al menos cuatro veces. Un beso.
Has tocado mi mayor fantasía, follarme a dos caballeros delante del inútil de mi esposo. Te adoro